Sobre la ciudad en La naturaleza de las penas


Sobre la ciudad en La naturaleza de las penas (Seix Barral, 2012)

Por Luis Fernando Charry


He vivido la mayor parte de mi vida en Bogotá, pero también he vivido en ciudades tan disímiles como Londres, Santiago de Chile o Washington, DC. En todas me he sentido (un privilegio más de mi inestabilidad mental) como un extranjero, sobre todo en Bogotá, la ciudad gris y lluviosa donde transcurre mi última novela. Sin embargo, no creo que esa Bogotá novelada coincida con la Bogotá real: si coincidiera sería sin duda un efecto de mis muchas noches de desvelos (o de sueños con pesadillas no del todo placenteras). En cualquier caso, Bogotá (la ciudad novelada o real) ha sido la ciudad donde me he sentido fundamentalmente extranjero, sin rumbo y perdido, y eso se refleja en la esencia de algunos personajes de mi novela.

Freud decía (pero ya se sabe que no hay que creer en Freud al pie de la letra) que eso de nacer en lugar determinado es solo una fatalidad biológica contra la que es inútil luchar. Esta condición del extranjero (que por lo demás padecen varios de mis personajes) es bastante democrática, ya que no hay una diferencia a la hora de nacer en Bogotá, París o Nueva York: siempre habrá un rechazo permanente contra la ciudad donde se ha nacido, una suerte de negación, un querer irse casi constante, con la rara certeza de que pasará mucho tiempo antes de que aparezca el lugar adecuado –si es que un verdadero extranjero puede darse el lujo de hablar de lugares adecuados. En síntesis: esta condición del extranjero, que es la condición de no pertenecer, está incrustada en mi novela como una noche más de pesadillas y desvelos.

Piensen en ejemplos literarios y artísticos relacionados con la ciudad: siempre la ciudad y las artes han estado muy vinculadas. ¿Pueden nombrar algunos ejemplos y comentarlos?



Luis Fernando Charry (Bogotá, 1976) estudió periodismo y su tesis de grado fue sobre el escritor Osvaldo Soriano. Es autor de las novelas Alford (Planeta, 2002), Los niños suicidas (Villegas Editores, 2004), Ruinas familiares (Grupo Editorial Norma, 2010) y La naturaleza de las penas (Seix Barral, 2012). Uno de sus relatos hace parte de Fricciones urbanas (Planeta, 2004). Tiene un libro de cuentos titulado La furia de los elementos (Villegas Editores, 2006), elogiado por Enrique Vila-Matas. Participó en Palabra capital: Bogotá develada (Mondadori, 2007), la antología Calibre 39 (Villegas Editores, 2007); con el libro Las tardes obtuvo el Premio Nacional de Poesía Obra Inédita en 2008. Es nieto del destacado poeta de la generación de Mito Fernando Charry Lara.

En la actualidad es colaborador de las revistas Cambio y Voz a voz. Vive en Washington, DC y realiza estudios de doctorado en la Universidad de Maryland.

10 commenti:

  1. El emblema de la relación ambigua entre la ciudad y la poesía es sin duda "Poeta en Nueva York" de Federico García Lorca.
    Sin embargo, hay muchos otros ejemplos de escritores que se sienten extranjeros, condición que no implica necesariamente que uno esté fuera de su país. Me refiero por ejemplo a "Es lástima que fuera mi tierra" de Luis Cernuda:

    Si yo soy español, lo soy
    a la manera de aquellos que no pueden
    ser otra cosa: y entre todas las cargas
    que, al nacer yo, el destino pusiera
    sobre mí, ha sido ésa la más dura.
    No he cambiado de tierra,
    porque no es posible a quien su lengua une,
    hasta la muerte, al menester de poesía.

    Sin embargo, en otras ocasiones Cernuda parece tener una visión muy distinta, como en "Quisiera estar solo en el sur":


    Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
    de ligeros paisajes dormidos en el aire,
    con cuerpos a la sombra de ramas como flores
    o huyendo en un galope de caballos furiosos.

    El sur es un desierto que llora mientras canta,
    y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
    hacia el mar encamina sus deseos amargos
    abriendo un eco débil que vive lentamente.

    En el sur tan distante quiero estar confundido.
    La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta:
    su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
    Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.

    Irse o quedarse es una pregunta que no tiene respuesta, independientemente de donde estemos, porque el lugar lejano representa siempre la dimensión del deseo, el anhelo de lo que no se tiene, el mundo ideal que se vuleve realidad en el instante en que lleguemos a él.

    Marina Bianchi






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    1. Creo que me identifico con la sensación de sentirse 'extranjeros' también. Cuando fui a Costa Rica por un mes, yo no conocía a nadie allí y tuvo que hacer me pertenecen. Creo que esto también puede relacionar en un sentido de emoción. Hay días que me siento como si nadie se siente la misma manera como lo hago, como el autor describe.
      Yo me gusta el artículo y pensé era interesado.
      Haley Sparks

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  2. Yo también a veces me siento un poco fuera de lugar porque casi no me puedo relacionar con nadie en mi equipo de atletismo. Yo escucho mucha música en español y también me gusta mirar el futbol. Mis amigos siempre que estamos entrenando hablan sobre la música en inglés y también sobre el futbol americano. A veces se ponen hablar conmigo sobre el futbol americano y casi no dura la conversación, y muchos de ellos piensan que soy muy cayado solo por eso. Lo que pasa es que yo soy el único en el equipo que viene de padres Mexicanos y casi no me puedo relacionar con ellos. Muchas veces cuando ellos conversan me siento un extranjero porque no puedo comentar en lo que hablan ellos.

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  3. Creo que todos nos hemos sentido extranjeros alguna vez en nuestra vida. Como algunos de mis compañeros, yo también me he sentido un poco “fuera de lugar” en situaciones diferentes. Creo que todo depende el lugar y la gente con la que te encuentres. Por ejemplo, aunque a mí me encanta mi trabajo, a veces me siento como una “extranjera” ahí pues yo soy la única mexicana en toda la oficina. Aunque es inevitable sentirse así, es importante tratar de ajustarse a cualquier situación con cualquier persona.-Laura Hernandez

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  4. Pienso que sentirse extranjero en un momento de la vida es muy normal. Cuando uno se relaciona en un lugar extraño e indiferente es difícil integrarse. Se siente uno fuera de lugar sin tener a donde voltear. Por eso pienso que es muy importante ser social para no sentir esta sensación tan extraña y poder integrarte muy fácil en cualquier lugar. En mi caso, a veces es difícil sentirme cómoda en ciertas clases porque soy mayor que varios de los estudiantes. Pero como soy muy social no se me dificulta tener conversaciones con nadie. Siempre tiene uno que tratar de encontrar el modo de sentirse uno bien para no sentirse como un extranjero. Erika Olivas

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  5. Yo pienso que todos hemos sentido solo o fuera de lugar. Yo creo que todo pasa por una razon cierta. Hay vezes que pasamos por pruebas muchas vezes para que aprendamos y crezcamos como personas. En cada momento de la vida hay una cosa que podemos aprender. No importa donde nacimos solo que encontramos la razon por la cual esatabamos alli. De igual manera tenemos esas sensaciones de alegria y felicidad para mostrarnos que es possible aguantar aun lo mas dificiles de tiempos. No creo en la coincidencia y creo que todo nos pasa por una razon entonces he aprendido quen aun en los momentos mas oscuros podemos encontrar lo bueno.

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  6. María Soto
    Sentirse de fuera de lugar es algo muy común en algún tiempo de nuestras vidas. Todos podemos relacionar que nos hemos sentidos como “extranjeros.”
    Por ejemplo, en la prepa y secundaria muchas de las veces me sentí así. En la secundaria empecé a tomar clases avanzadas. Yo ya tenía mis amigos y cuando me movieron a clases avanzadas, estaba con compañeros de clase que yo nunca habla con. No tenía nada en común con ellos para hablar tampoco. Allí en mis clases con ellos era muy reservada, casi nunca hablaba. Todos eran americanos y yo la única hispana. A mí me encanta la música y mucha es hispana, ir a los bailes, México, noche buenas, y mucho más. Con mis compañeros de clase no podía hablar sobre nada de eso porque no me entenderían.
    Fuera de lugar es algo que todos hemos pasado.

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  7. Creo que mucha gente siente como un extraño en un punto en su vida. No creo que importa donde se encuentre, o si usted es un nativo o no. Sé cuando estudiaba en el extranjero en Costa Rica hubo muchas ocasiones cuando me sentía sola, pero tambien nunca había sentido tan vivo. Era como una experiencia totalmente nueva y me dieron a conocerme mejor.

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  8. Yo también, a lado de mis compañeros, puedo decir que he pasado por situaciones que me han hecho sentir como una extranjera. Yo creo que sentirse como alguien extranjero es común entre la gente. Creo que no en todos los lugares que vaya la gente se va a sentir cómoda y como que pertenece, especialmente cuando van a lugares miles de millas de su casa. Pero aunque sea o no sea un lugar nuevo o lejos, no impide que se sientan como extranjeros.
    Unas de las veces fue cuando estaba mas joven y estaba de visita en México con mis padres. Aunque cada año íbamos a México, me sentía mas y mas como una extranjera. Cuando platicaba con mis amigas y primas, me hacían sentir diferente porque yo hablaba inglés y vivía en los estados unidos y ellas no. Yo me quería sentir cómoda en la tierra de mis padres pero mis primas y amigas me trataban como si no tuviera mis raíces en México. Es triste esto pero yo me adaptaba lo mas que podía y ignoraba los comentarios, eso es lo que cuenta para mi. Aunque me sentía como una extranjera cuando estaba con ellas, no dejaba que la situación me afectara tanto. Ésta, junto a otras experiencias, me han hecho sentir como una extranjera.

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  9. Yesenia Rodríguez
    Blog

    Yo también, a lado de mis compañeros, puedo decir que he pasado por situaciones que me han hecho sentir como una extranjera. Yo creo que sentirse como alguien extranjero es común entre la gente. Creo que no en todos los lugares que vaya la gente se va a sentir cómoda y como que pertenece, especialmente cuando van a lugares miles de millas de su casa. Pero aunque sea o no sea un lugar nuevo o lejos, no impide que se sientan como extranjeros.
    Unas de las veces fue cuando estaba mas joven y estaba de visita en México con mis padres. Aunque cada año íbamos a México, me sentía mas y mas como una extranjera. Cuando platicaba con mis amigas y primas, me hacían sentir diferente porque yo hablaba inglés y vivía en los estados unidos y ellas no. Yo me quería sentir cómoda en la tierra de mis padres pero mis primas y amigas me trataban como si no tuviera mis raíces en México. Es triste esto pero yo me adaptaba lo mas que podía y ignoraba los comentarios, eso es lo que cuenta para mi. Aunque me sentía como una extranjera cuando estaba con ellas, no dejaba que la situación me afectara tanto. Ésta, junto a otras experiencias, me han hecho sentir como una extranjera.

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